La Hermana Maggie tiene una misión

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Alejandra Candia Tapia (top right) serves as a volunteer at Cuernavaca Children’s Mission , on this day helping children write book reports.

Alejandra Candia Tapia solía recibir ayuda escolar de la misión. Ahora, como estudiante universitaria, sirve como voluntaria, en este día ayudando a los niños a escribir informes de libros.


LA HERMANA MAGGIE SLOWICK, O.S.F. nunca pensó quedarse en México, y mucho menos fundar un ministerio para niños desesperadamente pobres allí. Sin embargo, casi dos décadas después de que Slowick llegara a Cuernavaca, México, para estudiar español durante el verano, ella sigue allí, orquestando un pequeño esfuerzo comunitario que pretende romper el ciclo de la pobreza ayudando a los niños necesitados a tener éxito en la escuela. La Cuernavaca Children’s Mission (Misión Infantil de Cuernavaca) que ella dirige presta ayuda intensiva a unos 80 niños y sus familias cada año, brindando apoyo educativo, medicinas, cuotas escolares, una biblioteca, clases de alfabetización para adultos y otras ayudas personalizadas. Miles de niños también reciben comidas calientes a través de la misión.

Los esfuerzos de Slowick comenzaron escuchando. En su segundo verano de estudios de español, en 2004, empezó a sentir un llamado para responder a la pobreza que veía a su alrededor. "La misión tuvo sus primeras raíces en mis paseos por las calles de Cuernavaca y en mis conversaciones con la gente, especialmente con los pobres, para conocer sus necesidades," dice.

“Nuestro programa de formación comenzó cuando nos dimos cuenta de que muchos de los niños procedían de familias cuyos padres tenían muy poca educación y no podían ayudar a sus hijos con las tareas escolares. Impartimos las clases en una cafetería al aire libre frente a la catedral. Lo hicimos en pleno centro de Cuernavaca para que las madres de los niños—vendedoras ambulantes de artesanía—pudieran estar cerca.”

Con el apoyo financiero y moral de su comunidad religiosa, los franciscanos de Tiffin, Ohio, y ahora una red de donantes y voluntarios, su pequeño esfuerzo de enseñanza acabó convirtiéndose en la Cuernavaca Children’s Mission. "Cuando nos dimos cuenta de que la alfabetización era un problema, creamos una biblioteca infantil con computadoras. Cuando vimos que los niños a veces tenían demasiada hambre para concentrarse, empezamos nuestro programa de comidas,” explica. Durante la pandemia de coronavirus, la misión estableció protocolos de seguridad y puso en marcha un banco de alimentos para familias que perdieron sus ingresos.

Slowick sigue abordando los problemas uno por uno. Una vez se enteró de una familia cuyo bebé pasaba sus días en una caja de cartón. Ayudó a la familia a comprar un cochecito y los mantuvo vinculados con la misión. En cuanto al bebé, "Ahora va muy bien en la escuela," dice.

El seguimiento del progreso educativo de los niños significa mucho para Slowick y sus voluntarios, una docena de los cuales se han convertido en Asociados Franciscanos. De hecho, entre los tutores voluntarios hay jóvenes que en su día recibieron ayuda de la misión, algunos de los cuales incluso han ido a la universidad.

“Es increíblemente conmovedor," dice, "ver a niños que una vez tuvieron dificultades en la escuela tener éxito en sus estudios y querer ayudar a los niños más pequeños.” 

Artículo relacionado: VocationNetwork.org, “Hermana T: Una madre de las madres tras las rejas.”


Sister Maggie Slowick, O.S.F. accepts a birthday rose from Melina Rosas, who receives tutoring and other help from Cuernavaca Children’s Mission.
La hermana Maggie Slowick, O.S.F. acepta una rosa de cumpleaños de Melina Rosas, que recibe instrucción y otras ayudas de la Cuernavaca Children’s Mission.
 
Pablo Sanchez reads in the children’s library.
Pablo Sánchez aprovecha la biblioteca infantil, un recurso popular y valioso para los niños que no tienen fácil acceso a una biblioteca.
 
Volunteers prepare hot meals for children four afternoons a week, 50 weeks a year.
Los voluntarios preparan comidas calientes para los niños cuatro tardes por semana, 50 semanas al año. Para algunos, es la única comida real del día.
 
Antonia Lopez sits with her son as her daughters behind her work on book reports.
Antonia López se sienta con su hijo mientras sus hijas, detrás de ella, trabajan en informes de libros. López está aprendiendo a leer en las clases de alfabetización de adultos en la misión.
 
The mission also offers after-school activities for children).
Además de la enseñanza, la misión también ofrece actividades extraescolares para los niños. 
 
Samantha Arias Gorotreta shows off the illustrated book report that she’s entering into a reading competition.
Samantha Arias Gorotreta presume del informe del libro ilustrado que está presentando en un concurso de lectura.
 
Sr. Slowick with volunteers who are also Franciscan Associates. The decorations behind them are from a party celebrating the graduations of children involved in tutoring.
Slowick con voluntarios que también son Asociados Franciscanos. Las decoraciones detrás de ellos son de una fiesta de celebración de las graduaciones de los niños que han recibido instrucción.
Curtis Long
Curtis Long es un entusiasta de la fotografía y propietario de ideaPort, una empresa de desarrollo y mantenimiento de sitios web, que gestiona VocationNetwork.org, NRVC.net. y otros sitios.
 
Carol Schuck Scheiber
Carol Schuck Scheiber es jefe de redacción de VISION y editora de HORIZON.

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