Volver a empezar desde cero
El hermano Chris Sweeney, S.C. es parte de un equipo de cuatro hermanos y muchos laicos dedicados que han reanimado una escuela católica en Mozambique, un país donde sólo el ocho por ciento de los niños van a la escuela secundaria y más de la mitad vive en la pobreza.
EL HERMANO Chris Sweeney, S.C. llegó a Amatongas, Mozambique, en 2011 directo desde New Orleans, Luisiana, y listo para acometer un trabajo formidable. A él y otros tres hermanos se les asignó la tarea de restablecer un internado católico que necesitaba prácticamente de todo: dinero, escritorios, equipos, huertos para alimentar a los niños que vivían allí, y animales para comida, entre otras cosas esenciales.
Refundar una escuela es un trabajo arduo en cualquier lugar, pero en uno arrasado por la guerra y agobiado por la extrema pobreza, la escuela de Amatongas ha sido una tarea particularmente imponente—pero es una tarea que Sweeney ama.
En primera instancia, no está solo Es uno en un equipo de cuatro hermanos, con los demás llegados de tres continentes: África, América del Norte, y Europa. En años pasados la escuela había sido católica, pero después de la guerra por la independencia de Mozambique en los años 70, la iglesia perdió su control sobre ella. Con un panorama político cambiado para 2010—y una población desgarrada por la guerra ávida de educación—el obispo Católico de Amatongas invitó a los Sacred Heart Brothers a reconstruir la escuela.
El equipode hermanos que se han dedicado de lleno a reconstruir la escuela católica de Amatongas, al frente del edificio restaurado. |
Entonces, en 2011, Sweeney y sus cofrades empezaron a reconstruir una escuela desde los cimientos. Con ayuda de voluntarios y donantes, construyeron aulas y dormitorios. Cavaron un pozo. Consiguieron financiamiento. Contrataron maestros. Y, aprovechando una pasión nacional, hasta iniciaron un equipo de futbol que ha logrado fama local.
Entre una población que ansía una vida mejor, los hermanos encontraron estudiantes fácilmente. Si bien la escuela había sido sólo para niños, las niñas ahora son parte de ella. Actualmente alrededor de 1,000 estudiantes asisten a clases, y cuando termina el día de escuela, aprenden cría de cerdos, cultivo de maíz, carpintería, y una cantidad de oficios diversos. A menudo aplican sus competencias a trabajos para la escuela, ganando experiencia que puede ayudarles a encontrar trabajo después de la graduación.
Los hermanos Lucas Favreau, S.C. y José Roberto, S.C., quien los visita desde Brasil, planifican juntos el año escolar. |
Sweeney considera la reapertura de la escuela como un regalo en su vida como hermano religioso. El trabajo es algo en que puede poner manos a la obra. La vida comunitaria con sus hermanos en este rincón de África no es fácil. Hay apagones de electricidad, insectos, incertidumbres, problemas con los estudiantes, pero unidos en la oración y con fe, es una vida en la que está contento de participar.
Casi todas las mañanas el hermano Chris empieza conduciendo un tractor desde el área de residencia hasta la granja de la escuela.
“No importa cómo me sienta, a menudo cansado, a veces frustrado, las sonrisas de los niños a lo largo de este camino traen una sonrisa a mi rostro y mi corazón. He manejado por esta ruta cientos de veces hasta ahora, y cada vez los niños vienen corriendo, a veces bailando y cantando para ver el tractor bajando por el camino. Es sencillamente una sensación maravillosa.”
Las celebraciones después de ganar un trofeo en futbol por segundo lugar duraron varios días. El hermano Ángel Monge, S.C. abajo al centro, es tanto maestro como entrenador de futbol. |
Al hermano Chris le encanta manejar su tractor cada mañana, lo que siempre hace que los niños salgan corriendo de sus hogares para saludarlo. |
El hermano Lucas participa en una misa de domingo. La oración es una experiencia integral en Amatongas, con cantos, bailes, y mucha energía. |
Más niños que escritorios no es raro en Mozambique. Esta realidad está cambiando en Amatongas, gracias a benefactores que apoyan el ministerio de educación de los hermanos. |
Los hermanos entrevistan a huérfanos que desean ingresar a su escuela. El hermano Ángel y el hermano visitante José Ignacio Carmona, S.C., superior general de los Brothers of the Sacred Heart, conversan con jóvenes cuyos padres han muerto. |
El hermano Ángel tiene mucha compañía mientras encara un trabajo de pintura. |
El hermano Fabián Jongwe, S.C., juega con los niños durante un descanso en sus esfuerzos por comprar maíz para alimentar a los pupilos de la escuela. |
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